Suena el despertador, normalmente el del teléfono móvil, y revisamos las notificaciones que hemos recibido durante la noche. Preparamos el desayuno mientras revisamos las últimas noticias a través de la Tablet, llegamos al trabajo y estamos ocho largas horas delante del ordenador… ¿Alguna vez te has parado a contar el tiempo que pasas delante de una pantalla? Que la tecnología forma parte de nuestra vida y que se ha convertido en una parte fundamental de nuestra vida no es discutible. Pero sí lo es el hecho de dedicar más tiempo del necesario a las pantallas, algo que repercute de forma muy negativa en nuestra salud. Por eso, saber cómo conseguir practicar la desconexión digital, es fundamental para cuidarnos física y psicológicamente además de ayudarnos a ser más productivos y desempeñar nuestro trabajo de una forma más dinámica.
No es otra cosa que distanciarse de las pantallas de forma voluntaria. Pautarse unos tiempos en los que la tecnología no sea el centro de nuestra actividad y en los que las plataformas que utilizamos habitualmente o las redes sociales. No reclamen nuestra atención y consigan atraparnos durante horas navegando de un lugar a otro.
Obviamente, si trabajas con un ordenador, no podrás llevar a cabo la desconexión digital durante las horas que estés en la oficina. Lo que sí puedes hacer es aprovechar los descansos que te tomes durante la jornada para alejarte un poco de las pantallas. Evita tomarte el café de media mañana mientras miras el móvil. Pasea, habla con tus compañeros… pero no consultes el teléfono a no ser que sea necesario. De esta forma podrás apartarte de las pantallas durante un corto espacio de tiempo, haz de tu descanso de la jornada tu oasis sin pantallas 😉
Cuando hablamos de desconexión digital, no nos referimos a que guardes todos tus dispositivos y te olvides de ellos. Como decíamos, son parte de nuestro día a día y necesarios para comunicarnos. Lo que sí es aconsejable es ser consciente del tiempo que pasamos frente a ellas y para qué las utilizamos.
Puedes establecer tiempos en los que te propongas no utilizar ningún dispositivo, organizar actividades que puedan entretenerte y relajar tu mente al mismo tiempo. Como pintar, hacer deporte, comenzar un proyecto de bricolaje, meditar, empezar un puzle… Hay miles de actividades que pueden ayudarte a desconectar y a centrar tu mente en una actividad en la que pueda concentrarse de forma tranquila y sin recibir millones de estímulos al minuto como ocurre cuando estamos conectados a internet.
Una vez que consigas tener una rutina sin pantallas en la que puedas disfrutar de otras actividades. Comenzarás a percibir en tu salud y en tu descanso los beneficios de la desconexión digital.
Sentirás un mayor bienestar metal y emocional. Y es que la sobre estimulación a la que nos exponen las pantallas, puede llegar a provocar fatiga mental, estrés, incluso agotamiento emocional.
Mejorarás la calidad de su descanso. Sobre todo si evitas interactuar con las pantallas antes de irte a dormir o incluso cuando estás metido en la cama. Las pantallas emiten una luz azul que bloquea la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Por eso, es importante que destierres las pantallas de tu dormitorio y ayudes a tu cuerpo a tener un sueño reparador.
Serás más creativo. La irrupción de las pantallas en nuestras vidas tiene como consecuencia que no permitamos a nuestra mente tener espacios para pensar o divagar… Momentos en los que precisamente se nos ocurren las mejores ideas. Por eso, aprovecha por ejemplo los instantes de espera para relajar tu mente y pensar… ¿Es tan necesario revisar el correo mientras esperas en la sala del dentista? ¿No podías esperar a ver ese video que te han enviado mientras estabas en la cola del súper? ¡Seguro que sí!
Estos son algunos de los consejos que puedes seguir para conseguir practicar la desconexión digital. Pero también somos conscientes de que el trabajo puede obligarnos a prestar más atención a las pantallas de lo que nos gustaría fuera de nuestro horario.
Para ayudarnos con esta desconexión digital, podemos recurrir a contratar un asistente virtual que atienda a nuestros clientes cuando estamos en nuestro tiempo de descanso. Además, el asistente virtual volcará toda la información en una plataforma para que podamos consultar todos los datos recogidos durante las llamadas en horario laboral. De esta forma, no nos perdernos nada y podremos atender a nuestros clientes como se merecen pero respetando siempre nuestra desconexión digital.
Echa un vistazo a los beneficios que pueden reportar para cualquier profesional los servicios de un asistente virtual. Contratarlo ahora, puede ayudarte con tu desconexión digital y con el hecho de que tus clientes puedan ser atendidos cuando tú no estás como tú y tu equipo lo haríais. ¿Listo para dejar volar tu mente?
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