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Ejercicio y productividad: cómo mejorar nuestro rendimiento profesional con el deporte

Mejorar la productividad ayuda a mantener un ambiente de trabajo más agradable y hace que nuestras jornadas laborales sean mucho más llevaderas. Además nos ayuda a mejorar nuestra autoestima al comprobar que conseguimos alcanzar nuestros objetivos. Descansar las horas necesarias, mantener un espacio de trabajo ordenado o planificarse previamente son acciones que nos ayudarán a mejorar nuestra productividad. Pero, más allá de eso, hoy queremos hablarte de la relación entre ejercicio y productividad y sobre como el practicar deporte puede convertirse en una pieza fundamental para cuidar tu salud física, mental y mejorar tu relación con el trabajo. ¿Empezamos?

Por qué el deporte ayuda a mejorar la productividad

Practicar al menos 20 minutos de ejercicio al día, sea el que sea, nos aporta múltiples beneficios. Además de cuidar de nuestra salud al mantener nuestro cuerpo fuerte y en forma, practicar deporte hace que liberemos tensión y dejemos atrás el estrés al concentrarnos por completo durante su práctica en la actividad que estamos realizando.

Pero hacer ejercicio no solo entrena nuestro cuerpo sino que también ayuda a entrenar nuestro cerebro. Durante el entrenamiento nos mantenemos concentrados en los movimientos, la respiración y el control de nuestro cuerpo. De lo que no somos tan conscientes (lo que no quiere decir que no esté ocurriendo), es que nuestra mente también está entrenando. Por eso, la práctica de cualquier deporte nos ayuda a concentrarnos más fácilmente en tareas que realicemos en otros ámbitos de nuestra vida como, por ejemplo, el trabajo.

Cuándo debo hacer deporte para mejorar mi productividad laboral

La relación entre ejercicio y productividad es más que evidente y los beneficios de practicar deporte son muchos y muy variados. Pero, ¿cuándo es más recomendable hacer ejercicio? ¿Qué horas del día son las más indicadas para mejorar en el trabajo?

Podríamos darte algunas pautas para que introduzcas tu sesión de deporte a lo largo del día en horas estipuladas. Pero lo cierto es que el deporte te aportará beneficios lo practiques a la hora que lo practiques, por lo que debes ser tú quién decida cuándo hacerlo. Sabemos que en el trabajo no todos los días son iguales, ni siempre tienes la misma disponibilidad horaria, por lo que adaptar tu entrenamiento a tus horarios dependiendo del momento es lo más aconsejable.

Eso sí, recuerda que debes practicar deporte de manera habitual y acostumbrar a tu cuerpo a un ratito de entrenamiento al día.

Realizar deporte por la mañana, es una muy buena manera de activarte y de comenzar el día. Llegar al trabajo con la satisfacción de haber cumplido con tu objetivo de actividad física, aumentará tu autoestima y te preparará para ser más productivo durante la jordana.

Si decides entrenar  en la hora de la comida, verás el deporte como ese ratito de descanso y desconexión en mitad del día y que te ayudará a sacar más rendimiento al resto de jornada que te quede después de comer. Unas horas que, normalmente, son algo más difíciles de afrontar.

Elegir hacer deporte después de trabajar, convertirá esta rutina en tu recompensa diaria y en esa actividad con la que termines el día sintiéndote bien por el trabajo realizado, no solo a nivel físico sino también en la oficina.

Como ves, cualquier momento del día es bueno para entrenar y cualquiera de ellos nos lleva a la afirmación de que el ejercicio y la productividad van de la mano. Ahora solo tienes que decidir cuándo vas a practicar deporte.

La magia del deporte

Llevar a cabo rutinas de deporte tiene excelentes beneficios ya que se producen reacciones químicas en nuestro cerebro que dan lugar a que produzcamos más endorfinas. Esto se traduce en que estemos más eufóricos y tengamos más ganas de hacer cosas.

Además, la producción de norepinefrina que tiene lugar en nuestro organismo al practicar deporte ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, lo que nos hace trabajar más tranquilos y relajados poniendo toda nuestra atención en las labores que debemos realizar.

Como ves, la relación entre ejercicio y productividad en el trabajo es más que obvia. La popular expresión Mens sana in corpore sano, debe ser una máxima no solo en nuestra vida laboral si no en todos los aspectos.

Otra de las cosas que pueden ayudarte a ser más productivo y a realizar tu trabajo de una manera más ágil, es contar con la ayuda de un asistente virtual que atienda en primera instancia a tus clientes para evitar que pierdas esa concentración que el deporte te ha ayudado a conseguir en tu día a día.

Practicar deporte, mantener un buen ambiente de trabajo y contar con profesionales como los asistentes virtuales de SVAE en los que puedas delegar las tareas que interrumpan tu día a día, es la mejor fórmula para alcanzar la excelencia en el trabajo. ¿Empezamos?

Ana Garcia

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